Están muy de moda y puede que te hayas preguntado alguna vez... ¿Qué son los smoothies? Dicho en palabras llanas son batidos de fruta, elaborados a base de una mezcla de frutas (frescas y/o congeladas) trituradas justo en el momento de consumirlo. Es parecido a un granizado natural pero éste es más cremoso, de ahí su nombre “smooth: cremoso”.  Se suele añadir leche, leche de soja o yogur natural para enriquecerlo en proteínas. Dicho esto ya podemos terminar el post, porque no tienen mayor secreto, jaja, pero bien, os voy a contar mi modo de ver los smoothies.

Cuando veo en el frutero alguna pieza de esas que empiezan a madurar y ya caen en el olvido, antes de dar lugar a que empeoren me gusta lavarlas, si tienen algo malo quitarlo, y la guardo en bolsitas, a trozos en el congelador (que no queden los trozos en bloque). Si es fruta que tiende a oxidarse se le echa un poco de zumo de limón. Entonces, cuando me apetece tomar un smoothie ya voy combinando los sabores que más me gustan. Suelo poner parte fruta fresca, y parte congelada.

Primero trituro la fruta congelada, en velocidad 5, unos 15 segundos, luego añado la fruta fresca, un poco de leche de soja, yogur...y dale ritmo. ¿A qué velocidad y cuanto tiempo? Con 1 minuto en velocidad progresiva 5-10 quedan estupendos.

Sólo fruta y poco más. Súper refrescante y vitamínico ¿Os animáis? Pero...y ¿si empieza a refrescar? Así y todo siempre me gusta añadir algo de fruta congelada, aunque por supuesto, bastante menos que en verano, ya que de la fricción de las cuchillas se puede calentar un poco nuestro batido, así poniendo fruta congelada evito poner hielo y por tanto tiene más sabor. El de la segunda foto llevaba 2 plátanos, 1 manzana, unas ciruelas, un puñado de cerezas congeladas, un chorro de leche de soja y una rodaja de limón, que es antioxidante y potenciador del sabor

Podéis hacer la combinación de frutas que más os guste fresa-plátano, piña y mango, piña y coco, frutas del bosque...A los niños les encantan y si nos apetece también los podemos enriquecer con unas pasas, orejones... o lo que nos diga nuestra imaginación.

Se acabó pues el tirar la fruta olvidada. Con Thermomix® podemos reciclar y disfrutar. Por cierto, la rodaja de limón también era reciclada, ya que me gusta aprovechar bien los limones. ¿Cómo? Lee AQUÍ

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